Tanto por una mala higiene como por un golpe, un dentista puede verse obligado a sustituir uno o varios dientes a un paciente. Estos implantes se componen de una raíz de titanio que va anclada al maxilar o a la mandíbula. Encima de ella se coloca una prótesis que se sustituye al diente.
Sustituir uno o dos no suele ser mucho problema, pero si sustituir todos y sólo queda como solución una dentadura postiza que tradicionalmente daba a nuestra boca un aspecto muy artificial.
Reconstruir la sonrisa original
Con los nuevos implantes dentales se busca que el paciente conserve su sonrisa original. Antes los especialistas se conformaban con devolver al paciente la función de masticar pero hoy en día eso ya no es suficiente, los pacientes en la actualidad se buscan también mantener la naturalidad, que la sonrisa no parezca artificial.
Las nuevas técnicas hacen no hacen solamente el implante mucho menos invasivo si no que acortan también el periodo de convalecencia. Y esto supone una gran ventaja para miles de españoles. En España se estima que se colocan unos 800.000 implantes dentales al año, cifra que crece sobre un 20% anual.
Ayuda informática
Con esta ayuda ya no hay que abrir la encía. Con los ordenadores y las impresoras 3D permiten colocar el diente artificial en el sitio exacto con una precisión milimétrica además de recortar los tiempos de recuperación. Son ventajas tanto para los especialistas que quedan más satisfechos con su trabajo como para los pacientes que tienen que sufrir menos dolores y evitan infecciones.
Pero a pesar de estos logros todavía quedan muchos avances y se está investigando ya como mejorar estas ferulas y su impresión en 3D para que puedan adaptarse incluso mejor a la boca de cada paciente.